Libertad


Camina, rápido arrastra sus pies, a veces, otras, da pasos fuertes o patea lo que esté en su camino, camina con la cabeza baja, sin ver hacia donde va; así pasan horas, se detiene, levanta la mirada, son alrededor de las siete de la noche, frente a él, un gran árbol de ramas gruesas y hojas verdes, está en el bosque, ya muy profundo como para devolverse, la oscuridad se hace cada vez más profunda.

Toca su bolsillo mete la mano y saca un cuchillo, que usa para marcar una gran X en la corteza del árbol, cortes profundos, con fuerza. Camina, con el cuchillo en la mano, a cada árbol. En adelante les hace la misma marca, cada vez menos profunda y máas pequeña; se encuentra marcando uno de tantos árboles, sólo rayándolo, apenas acaricia la corteza, el silencio se rompe -Auuuu-, un lobo a lo lejos se escucha.

Sigue caminando y rasgando árboles, sujeta cada vez más fuerte el bolso que lleva, cada vez más rápido, ahora corre, ya no marca los árboles, ni mira por donde va. Cae.

La mañana llega. se levanta, da un par de vueltas sobre sí y queda mirando fijamente en una dirección. Frente a él, un gran árbol de ramas gruesas, hojas verdes, con una gran X en la corteza... baja la cabeza, descarga un izquierdazo contra el árbol y se sienta. Mira por todas partes, se levanta y corre, vuelve, de nuevo, le pega al árbol, cae sentado, mira su mano derecha... aún tiene el cuchillo...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario